Oficio de tinieblas

Oficio de tinieblas
sclc/vlátido

jueves, diciembre 15, 2005

Cintia

Cintia



En la taquilla una señora me pregunta si quiero gradas o ring side. Le digo que gradas, para ver desde las alturas a los gladiadores. Atrás de mí la gente se alborota: pasan unos que tienen facha de luchadores. Muchos se arremolinan en la entrada y palmean sus espaldas. Ellos, los luchadores, llevan una maleta, como si fueran a viajar. Uno hasta usa de esas que tienen llantitas.
Afuera del Deportivo Roma, sobre la avenida, un vendedor tendió una manta en la que puso máscaras, fotos, muñecos y llaveros. Me quedo viendo las máscaras. Hay del Santo, Blue Demon, Mil Máscaras, Atlantis, Octagón; otras que ni siquiera conozco. Extravagantes. Me gustan las fotos de las luchadoras. Tienen unas piernotas. Algunas se cubren el rostro, cambian de identidad. Las hay güeras que hasta parecen barbies. No me las imagino haciendo la quebradora, o volando desde la tercera cuerda. Nenas. Otras son gordas, peso completo.
—Cuál le doy.
—Esa piernuda cómo se llama.
—Es la Cintia, ya vino desde hace rato.
La Cintia está anunciada en la pelea estelar. La acabo de conocer por la foto, no sabía cómo era. Solamente vine a ver a la Cintia porque tiene bonito nombre. Cintia. Hay bulla adentro del Deportivo. Algarabía.
El señor de la puerta me pide el boleto. Me manda a otra puerta. Ésta, por la que quería entrar, es para ring side.
Poco a poco las gradas se llenan. Aparecen los vendedores de palomitas y cacahuates; la cerveza la ponen hasta allá arriba. Quien quiera una tiene que caminar. Música de antro. Parloteo, risas, gritos. La función no comienza. El ring está vacío. Es una invitación: los niños se ponen máscaras y se trepan. También las niñas. Se escuchan los costalazos.
Una voz: ¡Señoras y señores, niños y niñas, todos: buenas noches, la función va a comenzar!
La gente se vuelve loca y comienzan a desfilar los luchadores. Uno tras otro. El espectáculo, la nota, la da el réferi. Hasta que aparece la Cintia. Silbidos, besos, apachurros, mamacita.
Cintia con esas piernotas, rubia, una nena. Cintia con esa carita, boquita, cinturita, nalgotas. Cintia toma de los pelos a su contrincante y la avienta contra las cuerdas. La recibe con una patada en el estómago; después una cachetada. ¡Cintia, Cintia, Cintia! Cintia tomada por el cuello, picada de los ojos, arrastrada de la greña por todo el ring. ¡Buuu!, ¡pinches cochinas! ¡Cintia, levántate!
—Cintia, mamita, cariñito, tú puedes —grito fuerte. Parece que la Cintia me escucha, me guiña un ojo. Se sube en las cuerdas. Desde lo alto se lanza. Pum. Desparrama a su contrincante, la hace papilla. Encima, uno, dos y tres. Cintia gana la pelea.
Apenas termina la función, la gente se apiña en los vestidores. Esperan a que salgan los luchadores. Yo quiero ver a la Cintia. Salgo.
—Entonces qué, señorita, cuál se lleva.
—Déme la foto de la Cintia, por favor.
Camino a los vestidores. Espero que la Cintia me dé su autógrafo.



mentas: vlatido@yahoo.com.mx

4 comentarios:

Héctor Anselmo dijo...

No manche, carnal Vlàtido... cada que lo leo creo que si usted fuera vieja, ya lo hubiera buscado pa' cogèrmelo. Me identifico con usted en muchas cosas, ya sòlo faltaba la lucha libre y mire nada màs. Pues si quiere saber del tema, nomàs pregùnteme que soy un buen conocedor. Por ahora el mejor luchador del mundo, la màscara màs coptizada, con historia y trayectoria y que ademàs, se vende en todititas todas las arenas de Mèxico es la del enorme Dr. Wagner... Con respecto a las mujeres, hace como 10 años yo me encontraba bien enculeitor con una dama de la lucha libra llamada La Sirenita y hasta le madè -ilusa y pendejamente- una pulsera diseñada con mis propias manitas... la susodicha era un culo de vieja, buenota, chaparita... uff, ahora le voy a la Cintia Moreno, y sueño con varias de la AAA aunque las luchas de esa empresa no me gusten.
Saludos

Anónimo dijo...

Què pasò ese Anxxxelmo, pos gracias por leer los textos, y que le gusten, pero eso otro que dice ud, pos nomàs no. Neta que yo de lucha libre sè muy poco. Cuando era niño me prendìa ver las luchas todos los sàbados, por la tarde, era bien divertido. De entonces me acuerdo del Rayo de Jalisco, el Hijo del Santo, Blue Demon Jr, Sùper Astro, Los Brazos; comenzaba a jalar gente el Octagòn y el Atlantis; me emocionaba ver a Mil Màscaras, porque lo habìa visto en pelìculas e historietas. Hasta compraba mi albùm de luchadores y buscaba las estampitas. Pero hace un buen que ya no me detengo a verlas en la tele, como que pasò algo que perdiò el enacanto (la lucha se convirtiió en espectàculo mediàtico, todo se hacìa para y por la tele, creo que eso fue). Hace poco me lancè a verlas acà en Tuxtla. Se ponen chidas. Pinches costalazos que se meten; como en el futbol, hastas los rèferis quieren ser el centro del espectàculo. Y las luchadoras, pues ni hablar, hay unos cuerazos, aunque creo que es màs morbo ir a verlas a romperse toditita su madre. Je. Un saludo, pues.

Héctor Anselmo dijo...

Pues yo de luchas sé muy poco pero lo suficiente para taparle el hocico a los morros de hoy días que creen que la neta de las luchas son el Abismo Negro y la Parka. A mí tambor me tocaron los Brazos y el súper Astro, el Dandy (Roberto Gutierrez Frías), el Faraón y sus duelos épicos con el Pirata Morgan, las putizas del hijo del santo vs el Perro Padre y Nigger Casas, el Rayo vs Cien Caras, el Misterioso, Stuka (de Monterrey), Los Mohicanos (de Tampico) y claro las madrisisisisisimas de Atlantis contra el enorme Kun Fu ¿se acuerda?... Ahora estoy clavado con los perros del mal y el Dr Wagner y la puritititititita neta es que las luchitas de Triple AAA nomás no me gustan... Hoy por la noche ire a Tepotzotlán a ver a Místico y en cuatro días en SLP, seguro vere una función de fin de año... bueno de luchadoras, ahora la neta son las de triple AAA reconozco que me encantan las piernotas de esas morras.
Saludos y Salutttt pa estos días.

Héctor Anselmo dijo...

Mi hermano, en mi blog he puesto un texto dedicado a usted, espero que lo revise. Ahí nos comentamos...